Observo a la gente que se levanta cada mañana, segura, tranquila, con el día planificado, con la vida mas o menos resuelta, o simplemente con sueños en la cabeza, cosas que quizás les pasen, o que deseen que sucedan, cosas que quieren que surgan, que aparezcan, ya sean objetos, personas, sentimientos, o quizás cosas que prefieren que desaparezcan, pero siempre tienen algo en mente, algo que quieren hacer desde que se levantan, algo que planifican, que desean o que sueñan. Pero no, yo no. Yo me levanto cada día por la mañana, intentando que sea como una nueva aventura, no se lo que me depara el futuro, no se lo que me sucederá fuera de mi rutina, quizá me sorprenda, o quizás no, como es habitual. Pero da igual, yo no espero nada, solo me levanto cada mañana a espensas de lo que pueda ocurrir.
Mirándolo desde cada punto de vista, podría decir, que seria mejor, esperar a que suceda algo, o tener algún plan para hacer el día de mañana, pero yo creo que no, cuanto mas vueltas le damos al futuro peor, ya que si no ocurre lo que esperamos que pase, el futuro te defrauda, aunque estoy segura de que no es así, de que el futuro no te falla, te fallas tú. Soñando cosas, imaginando momentos, o haciendo planes, que posiblemente no ocurren simplemente por el echo de pensar en el futuro. Mejor vive el día a día, y quizás mañana ocurra algo que no te esperabas, la sorpresa es mayor. Por ello no hay que buscar las cosas, ir detrás de ellas, o sufrir porque no ocurren, deja que el futuro lo decida, que si tiene que pasar algo, puedes estar seguro, de que pasará :)
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